Casarse vuelve a estar de moda, así que si queréis estar a la última, no puede faltar en vuestra boda ningún detalle para que sea un día inolvidable. De la misma manera que se cuidan otros aspectos, como un vestido bonito para la novia, el traje del novio, la música perfecta o el menú ideal, se debe poner mimo al elegir a los testigos de boda. Un poco de planificación y algunos trucos harán que los testigos que elijáis sean los adecuados para la ocasión.
Elegir testigos de boda entre todas las personas que forman parte de vuestras vidas no es tarea fácil y, para poder hacerlo, debéis conocer las tareas de los testigos en función del tipo de ceremonia que vayáis a celebrar.
¿Qué hacen los testigos de boda?
Los testigos de ceremonia en una boda religiosa tienen un cierto protagonismo en el día en cuestión, ya que acompañan a los novios en el ritual de la iglesia. Pueden ser o no familiares directos y no hay un número máximo de testigos, pero es importante que haya una representación por parte de los dos miembros de la pareja. Además, los testigos de boda deben seguir un protocolo en cuanto a la situación en la iglesia, los elementos que los destaquen del resto de invitados, etc.
Hay que tener en cuenta que en algunas iglesias es necesario la presencia de otros testigos previos a la ceremonia para verificar la libertad de los novios de contraer matrimonio. Si habéis elegido una boda civil, necesitaréis dos testigos para firmar el acta matrimonial en el Registro Civil o Ayuntamiento y un testigo para la tramitación del expediente, que puede ser el mimo que uno de los del acta matrimonial. Para este último se solicita que no sea familiar.
¿Cómo elijo a los testigos de boda?
Los novios tienen que escoger a aquellas personas que son especiales en sus vidas. Un buen consejo es implicarlos en alguna parte de los preparativos como, por ejemplo, en la organización de la despedida, esto les dará un poco de protagonismo y además os permitirá liberaros de algo de trabajo.
Si alguno de los testigos de la ceremonia tiene una habilidad especial, como recitar o tocar algún instrumento, pedirle que lo haga en el día de vuestra boda. El propósito al fin y al cabo es divertirse y pasar un día bonito.
Poneros en contacto con ellos de una manera natural y honesta. Contarles todo lo que deseáis para ese día. Recordar que cuanto más detalladamente y mejor lo describáis, más posibilidades habrá de que los testigos contribuyan a que vuestra boda sea perfecta. Y una vez hayáis seguido estos sencillos consejos, solo quedará esperar que llegue ese gran día.